Estamos en un momento complicado a causa de la pandemia. Y aunque las restricciones se han relajado y los datos de incidencia van a la baja, el uso del transporte colectivo debe hacerse con todas las medidas de seguridad fijadas por las autoridades sanitarias. La opción de viajar en autobús sigue siendo una de las más escogidas por los usuarios, siendo uno de los medios de transporte más populares del país.
Los protocolos y recomendaciones incluyen ciertas medidas en vehículos y terminales que velan por la distancia de seguridad y la prevención de aglomeraciones. Uno de los factores más influyentes y decisivos sobre el nivel de ocupación de los autobuses en este escenario de prevención del COVID-19 es el de la capacidad de los sistemas de climatización y aireación de los vehículos. Es imprescindible una ventilación con patrones efectivos de flujos de aire, como método preventivo eficaz ante enfermedades infecciosas. El proceso incluye la dilución del aire ambiental alrededor de una fuente y la retirada de agentes infecciosos.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, considera seguro el transporte público para el transporte de pasajeros siempre que se respete la obligatoriedad de uso de mascarilla. Para un viaje seguro, los sistemas de climatización de los autocares trabajan con presiones disponibles de aire en el entorno de 200 Pa y caudales de aire interior en el entorno de los 6.000 m3/h, resultado de una mezcla de aire de recirculación y aire exterior, y dotados con filtros de aire acordes a estas presiones y caudales.
Estudios internacionales en países como Japón, Corea del Sur, Hong Kong o Francia señalan un mínimo riesgo de contagio situado entre el 1% y el 0,005%, una cifra muy baja que es menor si se refuerza con el cumplimiento de medidas de precaución e higiene. Nada da consistencia a la rumonología sobre la peligrosidad del uso de este tipo de transporte, que queda demostrado que es seguro. Y es que este sector del transporte en autobús fue pionero en activar la adaptación del protocolo de seguridad sanitaria a sus vehículos, llegando a publicar una guía para la reducción del contagio que incluía consejos y recomendaciones para el uso responsable del servicio, su limpieza y desinfección, el mantenimiento y la gestión del riesgo.
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